miércoles, 22 de febrero de 2017

Ojalá.



Desde que te conozco he aprendido que nunca he echado de más una ausencia tanto como la tuya, que los centímetros no son distancias reales si no se cuentan en miles, que los espacios entre tú y yo los escribe una tecla de circunstancias.

He aprendido que el reloj es caprichoso. Si lo miro esperando encontrarte, se mueve despacio, presumido. Si por fin te encuentro, corre con celo, con su tic nervioso, con su tac.

Me gustan los autobuses, pero solo de ida, ¿qué sería de mi cama si pudiera volver contigo cada noche?

Música, abrazos, historias y café, todo eres tú, toelrato, toeldía.

Respiro y suspiro y miro por la ventana diciéndome que ojalá estuvieras aquí, que vinieras a abrazarme por la espalda, a besarme el pelo revuelto, a peinarme esta sonrisa. Que vuelvas esta odiosa espera soportable. Que hagas presentes todos los pretéritos y condicionales.

Ojalá solos tú y yo. Tendrá que esperar mi mundo para ponerse en marcha.

Libros, nombres, bromas y chocolate, todo eres tú, toelrato, toalavida. 

2 comentarios:

  1. ¡Hola! he encontrado tu blog de casualidad y me quedo siguiéndote, te dejo el mio por si te apetece seguirme http://diariodeunachickalit.blogspot.com.es/2017/02/seamos-seguidores-20.html

    ResponderEliminar
  2. Hola encontre tu blog, te sigo desde: http://irresistibleleer.com
    nos estamos leyendo

    ResponderEliminar